lunes, 22 de diciembre de 2014

CAPÍTULO SIETE. CARTAS CON SABOR A LIMA

CAPÍTULO SIETE: IRA

Álvaro sintió que la ira lo consumía al contemplar que Lola era besada por unos labios que no le pertenecían. Apenas fue un beso breve, pero le sobró tiempo para percibir que ella cerraba los ojos, agarraba la chaqueta de cuero de aquel imbécil ─porque tenía que serlo─, y se enroscaba alrededor de su cuello como una gatita que ronroneaba por atenciones.
Tras aquel beso que estuvo a punto de provocarle una úlcera de estómago, no pudo quitar los ojos de encima de aquella escena. Observó que Lola daba un paso hacia atrás, gesticulaba con las manos en alto y se marchaba hacia su casa con paso apresurado, mientras aquel motorista la contemplaba con hambre en los ojos. Con un deseo que a Álvaro no se le pasó desapercibido, pues él sentía exactamente lo mismo por aquella vecina tan joven que estaba empeñada en sacarlo de quicio.
El chico, que debía rondar la veintena, se alejó en aquella bestia de ruedas que hacía demasiado ruido, y Lola intentó abrir la puerta de su casa, pero presa del nerviosismo, las llaves se le cayeron al suelo. Antes de que pudiera recogerlas, y de que Álvaro se dijera a sí mismo que no tenía ningún derecho en armarle escena alguna, se vio a sí mismo como un completo desquiciado que acababa de plantarse a su espalda, con los puños cerrados y la necesidad de desquitarse con algo. O con alguien.
─Hace varias horas que deberías haber llegado a tu casa ─le espetó; sintiendo como la rabia le quitaba el poco sentido común que aún le quedaba para enfrentarse a ella.
Sintió que ella dejaba escapar el aire, como si tenerlo allí no la hubiera tomado por sorpresa.
─No quiero volver a discutir ─musitó de espaldas, sin mirarlo.
Introdujo la llave en la cerradura, pero Álvaro la agarró de las caderas para darle la vuelta y capturar su mirada. Ella rehusó mirarlo a la cara, y torció el gesto cuando él resopló.
─Mírame cuando te hable.
Alzó la barbilla para devolverle la mirada. Álvaro sintió que se lo llevaban los demonios al percatarse de que parecía dolida. No comprendía cómo era capaz de mantener aquel semblante victimista cuando era capaz de besarse con otro. Con otro... delante de sus narices.
─¿Has acabado ya? ─sugirió ella, perdiendo la paciencia.
No le gustó que ella se hiciera la dueña de la situación, a pesar de que en aquel momento lo era. Tampoco se agradó al saber que estaba equivocándose, y que no le importaba lo más mínimo porque aquella muchachita iba a llevarlo al borde de la locura.
─No, no he acabado
Apoyó las manos sobre la puerta, atrapándola bajo su cuerpo. Ella se humedeció los labios, como si deseara ser besada. No, desde luego que él no iba a besarla, pues en aquel instante en el que lo deseaba más que respirar, se sentía como un completo imbécil por pensar de aquella manera. Por desear aquellas cosas.
─Supongo que con todo el tiempo que has tenido habrás hablado con tus padres acerca de tu expulsión, ¿O es que acaso tengo que pensar que has estado de juerga con tu novio?
Ella enarcó una ceja para contemplarlo con una osadía y perspicacia que una chiquilla de su edad no debía mostrar a su tutor. A él.
─No es de tu incumbencia, ¿O sí?
─Lo es mientras estés bajo mi responsabilidad, Lola. Métetelo en esta cabecita ─le dio un toquecito con el dedo sobre la frente─. No me me intestes poner celoso, porque no voy a caer en tu juego, ¿Me oyes? ─se dio cuenta de que le hablaba con los dientes apretados, por lo que suavizó el tono─. Y ahora entra en casa y dale esa nota a tus padres. No me hagas repetírtelo dos veces.
A ella se le encendió el rostro ante aquel tono paternalista que él había utilizado a propósito. No era más que una niña que estaba jugando con fuego, y él un iluso por caer en sus redes.
─En lo último que estaba pensando era en ti cuando besaba a Logan ─le soltó de repente, con una sonrisa torcida─. Tienes un verdadero problema cuando me espías por la ventana para ver lo que hago con mi vida, Álvaro. Me obligas a pensar que estarías deseoso de cambiarte por Logan.
Álvaro sintió ganas de abofetearla por decir aquellas cosas tan sinceras que dolían de aquel modo, pero no lo hizo. Por el contrario, y en un arranque de furia, llamó al timbre de su casa para soltarla allí dentro, donde le estaba prohibida y no podía hacerle más daño.
Lola abrió la boca, tan perpleja que él tuvo que reprimir las ganas de gritar y reír como un poseso. Estaba fuera de sus cabales..., pobre de Lola si se atrevía a retarlo.
─¿P...pero qué haces? ─balbuceó, y volvió a convertirse en la chiquilla de diecisiete años que le convenía tener lejos.
─Dejarte con tus padres, porque eres una mocosa impertinente que se merece una buena zurra.
Lola dio un brinco ante aquel insulto.
─Y tú no eres más que un hombre que está celoso por lo que puede tener y se niega a poseer hasta que otro más listo se le adelanta.
Le apretó el antebrazo hasta que ella chilló, por lo que tuvo que obligarse a soltarla. En ese momento, la madre de Lola abrió la puerta, y lo saludó con una sonrisa de oreja a oreja al percatarse de que era su vecino.
Se le borró en el instante en el que contempló a Lola cruzada de brazos y con mala cara.
─Señora, disculpe que me presente sin avisar, pero esta mañana expulsé a Lola del instituto por un incidente que estoy seguro que ella sabrá explicarle ─la miró de reojo, y ella lo asesinó con la mirada─. Ya hace horas que debería haber llegado, por eso me he sorprendido tanto cuando la he visto aparecer hace unos minutos montada en la moto de un extraño. No me gustaría que una alumna como ella frecuentara malas compañías que puedan influenciarla, pues ultimamente se empeña en contestar con nula educación en clase.
Se ahorró lo del beso, pues supo que con ello ya era más que suficiente.
─¡Lola! ─se alteró su madre.
La susodicha ni siquiera la miró, pues estaba demasiado ocupada atacando a Álvaro con los ojos.
─Eres un cretino ─lo insultó para desquitarse, a pesar de que su madre estaba delante.
─¡Lola, cómo te atreves! Vete ahora mismo a tu cuarto.
Y lo hizo, antes de abrirse camino con el hombro para darle un empujón a Álvaro, quien la contempló impasible marchar escaleras arriba como alma que llevaba el diablo. Sólo entonces, escuchó las disculpas de la madre de Lola.
─Le juro que lamento lo sucedido. Lola es una buena chica, y nunca se ha comportado de esa manera.
─Está en una edad muy difícil ─la disculpó, y de repente pensó en su entrepierna.
─Le aseguro que haré que le pida disculpas en público. Esta chica...
Se despidió de la madre de Lola para regresar hasta su casa. En la entrada, giró la cabeza por intuición, donde se encontró a Lola observándolo con evidente resentimiento desde la ventana de su habitación. De repente, susurró una palabra que él pudo leer desde la distancia.
Celos.
Sólo entonces se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado.

***
Lola tuvo que aguantar con estoicidad la reprimenda que su madre, e incluso su padre, le echaron aquel día. No podía creer que Álvaro se hubiera comportado de una manera tan infantil, pero al menos, de algo estaba segura.
Dejó aflorar una sonrisa que la hizo sentir más segura de sí misma.
¡Estaba celoso!
Podía fingir todo cuanto quisiera, pues era evidente que algo debía sentir cuando había obrado sin escrúpulos.
Le dieron ganas de correr hacia su casa para gritarle a la cara: ¿Quién es el niño de los dos ahora?
Por supuesto, no lo hizo. Ya tenía suficiente con permanecer el resto de la semana castigada sin ver la luz del sol. Es decir, tal vez estaba siendo demasiado melodramática, pero se sentía muy superada al creer que no había hecho nada malo por lo que tuviera que permanecer encerrada en aquel lugar.
Por eso, se sintió tan contenta cuando su amiga Andrea apareció en la entrada de su habitación, con una bolsa cargada de sus chocolatinas preferidas y cara de circunstancias.
─He convencido a tu madre para que me dejara entrar. Sinceramente, no sé cómo pretende educarte si a la mínima se arrepiente y te suaviza el castigo ─le dijo, y una sonrisa satisfecha acudió a su rostro.
─¿Te puedes creer que diga que eres una buena influencia para mí ? ─replicó Lola, siguiéndole el juego.
Ambas se partieron de risa y se tiraron en la cama a devorar aquellas chocolatinas hipercalóricas. A los pocos minutos, el mal rollo entre las dos no era más que un recuerdo difuminado.
Entonces, cuando su amiga Andrea había decidido sacrificar su salida nocturna para hacerle compañía, Lola recibió un correo electrónico, por lo que se apresuró a incorporarse para apagar su ordenador antes de que la cotilla que tenía por amiga pudiera leerlo. Pero no lo consiguió, y Andrea, que tenía más fuerza que ella, le arrebató el portátil para leer en voz alta aquel correo.

Querida Lola;
Ya te dije que las cosas que merecen la pena se hacen sin pedir permiso. Por tanto, es menester que te lo pregunte: ¿Has disfrutado del beso de ese motorista con pintas de macarra?
Demuéstrame que sabes besar. Sé que lo estás deseando.
Un amigo.

─¿Se puede saber qué es esto? ─su amiga estaba visiblemente excitada ante aquella nota.
─Un mail ─respondió, como si nada.
─¡Ya sé que es un mail! ¿Pero quién lo escribe? ¿Y quién es el motorista ese al que has besado? ¡Lola, no me cuentas nada!
La susodicha resopló antes de dejarse caer sobre el colchón.
─Se llama Logan.
─¿Y? ─insistió su amiga, con visible ansiedad.
─Apenas sé nada de él. ¿Recuerdas el hombre lobo de la fiesta de disfraces? Pues es él. No tengo ni idea de quién es, pero me lo he encontrado un par de veces, y sospecho que no será la última.
─La pregunta importante es: ¿Tú quieres volver a encontrártelo?
Lola se mordió el labio inferior.
¿Volver a encontrarse a Logan? Sólo para enfurecer a Álvaro merecía la pena. Y bueno..., Logan era enigmático, la distraía y ocultaba un montón de secretos que ella estaba deseosa de desvelar.
─Puede ser ─admitió.
Andrea soltó un gritito que la alteró.
─Aún no me has dicho quien ha escrito este mail.
─No lo sé, aunque tengo mis sospechas ─respondió, pues no quería sentirse como una estúpida al desvelarle que estaba colada por su profesor de literatura.
─No es el primero que recibes, ¿Verdad?
─Esto...
─¡Me estás ocultando muchas cosas!
─No tiene importancia.
─La tiene ─la señaló con un dedo acusador ─mírate. Se te ha cambiado la cara cuando lo has recibido.
─Ese email y quien lo haya escrito puede irse al infierno ─espetó de mala gana.
Porque había sido Álvaro, o eso quería creer ella. Álvaro, él mismo profesor que estaba encantado de dejarla en ridículo en clase, la expulsaba para luego montarle una escenita delante de sus padres y..., suspiró Lola, le había regalado un verano maravilloso cargado de esperanzas.
─Entonces no te importará que le haya respondido.
A Lola se le desencajó la expresión al contemplar que, mientras ella se abstraía en sus pensamientos, Andrea había escrito una de las suyas sin preguntarle antes de enviar aquel email.
Lo leyó mientras empezaba a acolarse.

Querido amigo con ganas de marcha,
Si quieres besarme, tal vez deberías hacerlo como ese motorista con pintas de macarra. Sin pedir permiso y con lengua.
Lolita.

¡Y lo había firmado como Lolita!
Se sintió como en aquella novela de Nabokov, o tal vez peor. Si estaba segura de que las cosas con Álvaro no podían ir a mejor, su amiga Andrea acababa de estropearlo. ¡Y de qué manera!

Recordó aquella vez en la que había acompañado a Álvaro al Museo del Prado.
Él se había colocado tras su espalda mientras le señalaba un detalle de uno de los cuadros, pero Lola tenía la mirada clavada en La Maja desnuda de Goya. Él se percató, por lo que ladeó la cabeza y sus labios se curvaron en una sonrisa pícara.
Tuvo que ser una mujer muy valiente para atreverse a posar desnuda en aquella época ─le dijo a él.
Álvaro apoyó sus labios sobre la nuca de ella, y dibujó las palabras sobre la piel, como una caricia ardiente.
¿Te gusta?
Ella giró la cabeza para rozar sus labios a propósito, sintiendo como él se tensaba y trataba de apartarse de ella. Pero no se lo permitió. Aquella vez no. Sosteniéndolo por la chaqueta, le habló a escasos centímetros de los labios.
¿Y a ti? ─lo retó.
Él miró sus labios antes de responder.
A mí me encanta ─le soltó, con una voz ronca que la hizo arder de deseo.
Supo que no estaban hablando de arte, ni de cuadros, ni de cualquier otra cosa que no los incluyera a ellos. Solo a ellos.
Estoy segura de que te gustaría pintarme así.
Él suspiró, antes de apartarse de ella medio temblando.

Qué mala eres, Lola... 


AVISO: A PARTIR DEL JUEVES SÍ QUE HABRÁ CAPÍTULO DE CARTAS CON SABOR A LIMA. POR MOTIVOS LABORALES, ME HA SIDO IMPOSIBLE SUBIRLOS ANTES, PERO AHORA QUE TODO HA VUELTO A LA NORMALIDAD LOS CAPÍTULOS SE SUBIRÁN SEGÚN LO PROGRAMADO.


21 comentarios:

  1. Pero!!!!!!!como me puedes dejar asín!!!!!que inteesante me encanta Álvaro que niñato cuando masss jajajaj bueno me conformo pq tengo a Dante jajajaj besos

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    1. jajajajjaaja dice el refrán: "dime de que presumes y te diré de qué careces" y a Álvaro le está pasando eso mismo
      un beso y gracias por leerme :)

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  2. ooohhhhh !! Valla telita con Alvaro que ni come ni deja comer jaja . Hace bien con darle celos que hoy se ha portado como un capullillo expulsandola. Deseando leer el siguiente capi . Graciasss

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  3. Uyuyuy...esto cada capitulo esta mas interesante,creeis qe es Alvaro el de los emails??No creo qe Chloe nos lo ponga tan facil,me encanta!!!!

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  4. Ohhhhhh y me dejas asi, me tienes enganchada deseando q llegue el jueves. Un beso

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  5. Perooo yaaa no puede ser joo.k cortito bueno el jueves.mas hoy alvaro me a ganado😉😘

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  6. Holaa!!! Que le pasa Alvaro?? La madre que lo pario , el ataque de celos que a tenido me encanta jajaja , pero se la a jugado pobre Lola se a comido un marron por su culpa , que complicado son los hombres. Me da a mi que Lola va a salir con Logan para fastidiar Alvaro.
    Quien sera el de lo emails?? muero por saber la verdad es que podria ser cualquiera , me gusta mucho Andrea esta un poco loca.
    Chloe me a gustado mucho el capitulo deseando leer el proximo.
    Besotes!!!

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  7. Feliz muy feliz por que Avaro esta celoso muy celoso... espero actúe con ese correo q envio Andrea. .. hay Alvarito quien es el niño AHORA. .. me encanto quiero mucho mas
    Eres maravillosa Chloe. ♡♡♡♡♡♡♡

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  8. Vaya final de capítulo y ahora digo yo... con lengua con lengua !! Jajjaja intrigadissimaaaa me tienes a esperar al jueves toca ;-)

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  9. Que loco capitulo el estuvo genial la picara Andrea hizo de la suyas ..Pero Alvaro se paso jajaja me gusto este capitulo Choe como siempre genial saludos bella

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  10. El jueves 25 y el lunes 29 no publicaste? Estás bien?disfrutando de la vida verdad?pero no nos olvides.lo prometido es deuda.besos

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    1. Hola rosetah. No, por supuesto que no me olvido jeje
      Estoy muy liada con el trabajo y con el plazo de entrega de otra historia, pero este martes prometo subir nuevo capítulo.
      Saludos! :)

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  11. Hola!porque yaa no subes capítulos?prometiste subir hoy uno

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