viernes, 23 de enero de 2015

CAPÍTULO CATORCE. SOLO UN CHICO

CAPÍTULO CATORCE: SOLO UN CHICO.

Igualito a mi modesto piso :)

Las paredes blancas de la mansión se confundían con la roca y el espeso follaje que ocultaba el complejo arquitectónico de las miradas curiosas. Situada sobre un acantilado, una verja de forja se abría para dar acceso privado a la cala de la playa, un emplazamiento exclusivo desde el que se podía acceder descendiendo por una escalera de roca caliza.
Logan contempló la valla de dos metros forjada en hierro blanco que recubría todo el recinto. Lo que el hombre que vivía en el interior ignoraba es que Logan no tendría necesidad de sortear aquel sistema de seguridad, pues pretendía entrar por la puerta principal. Como un empleado más. Sin armar sospechas.
Golpeó los nudillos contra la puerta de la entrada y esperó a que alguien acudiera a su llamada. Había vigilado aquella casa durante semanas lo suficiente para saber que ella vivía sola. Pero no le suponía un problema. Logan era un hombre paciente. Había esperado durante años para tramar su venganza, y no le costaría esfuerzo alguno aguardar el regreso del hombre al que debía que por sus venas corriera odio.
Lo mataría con sus propias manos. Lo miraría a los ojos y no actuaría hasta que aquel miserable lo reconociera. Ya no era aquel niño asustado que huía de todo. Los años lo habían hecho más fuerte, imperturbable y frío. Del niño que fue solo quedaban unos ojos azules que apenas evocaban al chaval débil y enfermizo que había sido. Ahora era un hombre que sobresalía del metro ochenta, entrenado para defenderse con unos músculos de acero que trabajaba todos los días.
─Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo? ─una chica del servicio doméstico, ataviada con un uniforme de tonos grises, lo recibió con una sonrisa circunspecta.
─Vengo por el puesto de jardinero.
─Acompáñeme. La señora Ortiz ha insistido en encargarse ella misma de las entrevistas de los candidatos. Ahora mismo está reunida con uno de ellos.
Siguió a la muchacha, cruzando una amplia estancia de techos altos y suelo revestidos en madera. Una chimenea caldeaba el hogar, y de las cristaleras que daban al jardín se colaban los rayos de un sol que iluminaba cada rincón. Logan atisbó a aquella mujer rubia con aire tan refinado. Vestía un mono en color crema con la espalda al aire que se fundía con el tono pálido de su piel. Gozaba de una delgadez extrema que en mitad de su cuarentena no le sentaba nada mal. A él le resultó la típica mujer elitista y aburrida demasiado preocupada por su aspecto. Sumergida en su mundo superficial y vacío, cobijada en una casa demasiado grande para un alma tan solitaria.
Le desagradó al instante
.
Daba instrucciones a un chico que pretendía quedarse con el puesto que era para él. Sin ser invitado, cruzó la estancia ante la mirada de par en par que le dedicó la chica del servicio. Haciendo gala de un atrevimiento que esperó que despertara la curiosidad de aquella mujer, depositó sus herramientas de trabajo en el suelo y comenzó a trabajar.
Cogió las tenazas y dio cortes certeros y rápidos a un seto. Supo que la destreza y el arrojo que mostraba harían que la mujer clavara los ojos en él y se preguntara quién demonios era el hombre que acababa de irrumpir en su jardín sin ser invitado.
Logan se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano y continuó inmerso en su labor sin enunciar una palabra. Sintió la mirada de la mujer clavada en su espalda, estudiándolo. Sopesándolo. Tras unos minutos que se le hicieron eternos, se incorporó de la hamaca sobre la que estaba tirada y caminó hacia él.
─¿Pretende impresionarme? ─se burló. Su voz era grave y tranquila. Estudiada y carente de emoción.
Logan sabía que ya estaba impresionada. Sin dedicarle una sola mirada, continuó trabajando.
─Aquí hay mucho trabajo por hacer. Cuanto antes empiece antes terminaré
─le dijo, y de un corte remató aquel seto. Se echó a un lado y rozó el hombro de la mujer con fingida inconsciencia.
─Aún no lo he contratado.
La mujer se cruzó de brazos y ladeó la cabeza para mirarlo.
─Debería hacerlo. Quiero este trabajo y no la defraudaré.
La miró a los ojos sin vacilar y atisbó el leve temblor que se formó en la boca pintada de ella antes de esbozar una ligera y efímera sonrisa que se difuminó tan pronto apareció.
La mujer se echó a un lado, lo observó durante un instante y pareció satisfecha de lo que veía. Caminó con ligereza hacia el salón, moviéndose como una reina que asistía triunfal a su baile de súbditos. Señaló al otro candidato y le habló sin apenas dedicarle una mirada.
─Vete.
El tipo soltó las herramientas en el suelo de mala gana, y Logan lo vio desaparecer. Esbozó una sonrisa triunfal antes de hundir la cabeza en el trabajo. Estaba dentro.
***

Lola suspiró antes de incorporarse para echar a caminar en dirección al escritorio de Álvaro. Era evidente que lo evitaba siempre que podía. Entre ellos se había creado una muralla de recriminaciones silenciosas que la aturdía, pues hasta hace unos días, Lola se empeñaba en acercarse a él todo lo que podía.
Sin duda el regreso de Logan había transformado su comportamiento. Trataba a Álvaro con una frialdad que la hacía sentir vencedora. Quería que él sufriera por todas aquellas semanas en las que la había tratado con indiferencia, pero se daba cuenta que con su actitud se hacía más daño a sí misma.
Álvaro le importaba. Álvaro le seguía importando. Le importaba porque lo quería y dolía demasiado para ignorarlo. Porque en sus sueños volvía a ser el tipo amable, encantador y atento que la había deslumbrado aquel verano.
─Profesor Aguado ─dijo con palpable incomodidad.
Él levantó la cabeza del escritorio para mirarla a los ojos. No hubo réplica alguna en su expresión, por lo que Lola suavizó la tensión que le apretaba el estómago.
Cálmate, es solo tu profesor; pensó. Pero Álvaro nunca sería solo un hombre. Solo un vecino. Solo el chico de la casa de al lado. Álvaro era Álvaro y con eso bastaba.
─No entiendo este ejercicio ─se esforzó en parecer calmada mientras le señalaba el número de la página.
Álvaro centró la vista en el libro. Lola conocía aquella arruga que se formaba en torno a sus ojos. Adoraba aquella arruguita sexy. Le resultaba encantador la forma en la que los mechones oscuros de cabello salpicaban su frente. Los labios entreabiertos signo de la concentración en la que se hallaba.
El Álvaro culto que se esforzaba en apasionar a sus alumnos con las letras. El que quería hacer de Lola una persona de provecho. El que transmitía conocimientos y amaba su trabajo.
─Es una oración subordinada sustantiva ─continuó con una explicación a grandes rasgos sobre la sintaxis que Lola escuchó con atención. Cuando terminó, le dedicó una sonrisa sincera. No era la clase de profesor que te despachaba con prisa porque le amargaba su trabajo─. ¿Lo has entendido?
─Sí, gracias.
Se inclinó sobre el escritorio y le apretó el brazo en un gesto cariñoso que para ella fue instintivo. Porque para ella era algo más que su profesor, y jamás podría comportarse como una alumna corriente que respetaba las distancias. En cuanto lo rozó y sintió la incomodidad que él emanaba se arrepintió de un ademán que había sido espontáneo. Retiró la mano de inmediato.
─Lo siento ─murmuró en voz baja.
Ambos echaron una mirada inquieta a los alumnos que no se habían percato de nada. La suya jamás sería una relación normal.
─No pasa nada, Lola ─respondió él.
Antes de que se marchara, sostuvo su mano y le habló con voz queda para que nadie pudiera escuchar lo que le decía. Lola se estremeció al sentir el tímido contacto de su boca sobre el lóbulo de la oreja.
─A mí me pasa lo mismo cuando estoy contigo. Ya lo sabes.
Sintió un vuelco en el estómago, como si un charco líquido le quemara el vientre y se esparciera hacia sus extremidades. La atontó aquel comentario sincero, y sin ser capaz de reaccionar, caminó como una autómata de regreso a su pupitre. Desde la distancia, Álvaro no le quitaba los ojos de encima.
Quiso hablar con él a la salida de clase, pero no lo encontró en ningún sitio. No estaba en su despacho, por lo que supuso que se habría marchado a casa un poco antes de la hora habitual.
Las horas en el trabajo discurrieron lentas y sin emoción hasta que un correo electrónico apareció en la bandeja de entrada. Con curiosidad, leyó aquella misiva que llevaba esperando tanto tiempo.
El chico de las cartas. El desconocido.

Querida Lola,
Te echo de menos. Aunque esté cerca de ti, te echo de menos. Porque siento que estás a mi lado pero en un punto inalcanzable. Con la mente en otra parte. Quizá pensando en algo..., o en alguien.
Empecé a escribir este email con la intención de decirte que no dejes que nadie ponga trabas a tus sueños, pero al inicio del mismo te eché de menos de nuevo. Otra vez. Como siempre.
¿Qué haces conmigo?
Es inconsciente, porque ni tú misma lo sabes pero consigues un efecto en mí que otras personas no poseen.


─¿Quién eres? ─musitó en voz alta.
Fregó los platos a mano para evadirse de aquella carta que siempre la dejaba intrigada y con una sonrisa en la boca. Era una chica a la que le gustaba gustar. Suponía que así es como solía funcionar con todo el mundo.
Somos seres sociables a los que nos gusta gustar. Queremos agradar a todo el mundo porque así nos agradamos a nosotros mismos, pensó.
No se sorprendió al ver a Logan aparecer en la última hora de su turno. Él era así. Imprevisible, inaccesible, incorregible. Sus apariciones la aturdían y la intrigaban, como el tipo de las cartas.
Sin decir nada, destapó una cerveza y se la sirvió.
─Quería verte ─dijo sin más, tomando asiento en un taburete cercano.
Lola tenía las manos apoyadas sobre la barra, y Logan acarició las manos con un pulgar. Abstraído pero siempre cercano. En su mundo pero teniéndolo todo bajo control. Logan era extraño.
─Necesitaba un poco de compañía ─le explicó.
Lola entrecerró los ojos y lo miró con reticencia.
─Eres un tipo muy complicado.
Él inclinó la cabeza hacia arriba para mirarla.
─Nunca dije lo contrario.
─No... ─Lola forzó una sonrisa y le sirvió otra cerveza, pero Logan sacudió la cabeza y dijo que por hoy ya había bebido suficiente─. En realidad nunca dices nada.
─Si te contara todo lo que quieres saber huirías de mí.
─Déjame que yo lo decida ─lo contradijo.
Logan apretó la mano de ella, y entonces Lola fue consciente del hombre que había al otro lado de la acera, observándolos desde la distancia. Álvaro parecía haber visto un fantasma, y Lola quiso retirarse de Logan, a pesar de que no lo hizo. Él se metió las manos en los bolsillos, se dio media vuelta y se largó sin volver a mirarlos. A mirarla.
Supo que él había ido allí para verla.
Logan esperó a que ella saliera del trabajo para acercarla a su casa, pero esta vez no había ido en moto. Caminaron un trecho sin dirigirse la palabra, hasta que Lola se detuvo movida por la frustración para plantarle cara.
─Oye Logan...
─Ya sé lo que vas a decir ─la interrumpió con desgana. Parecía agotado.
─No, no creo que lo sepas.
─Quieres respuestas que no voy a darte.
─Quiero que me digas lo que quieres de mí ─lo miró a los ojos, conmocionada por su propia sinceridad. Él parecía intrigado─. No puedes aparecer y desaparecer, ir y venir como si fueras un amigo al que no veo desde hace tiempo. No somos amigos. Tan solo somos un par de desconocidos que se besan de vez en cuando.
─Puedo volver a besarte si es lo que quieres ─replicó con desdén.
Lola suspiró.
─No quiero que juegues conmigo.
─Porque una vez te hicieron daño y yo volveré a hacértelo ─finalizó la frase por ella.
─A lo mejor soy yo la que te sorprende. Quizá sea yo la que te haga daño ─trató de bromear, destilando amargura─. Puede que me infravalores y no te des cuenta de que soy muy egoísta.
─Porque quieres a otra persona, eso ya lo sé─. Rugió. Dio un paso hacia ella y Lola se sintió amenazada. Pegó la espalda a la pared, y Logan recorrió su cintura con una mano hasta que le ardió la piel. Inclinó la cabeza hacia bajo y miró sus labios con deseo─. Pero cuando te beso eres incapaz de pensar en él.
─Logan...
Trató de separarse de él mientras el corazón le martilleaba sobre el pecho. Se sentía confundida.
Sus manos ascendieron hacia su rostro para acariciar sus mejillas. Ella sintió la respiración ronca de él estallando contra su cara. Tentándola y asustándola. Qué peligroso podía llegar a a ser. Qué adictivo.
─No te empeñes en ponerle etiquetas a todo. No merece la pena ─la boca de Logan rozó sus labios hasta que el contacto dolió─. Durará lo que tenga que durar. Será lo que tenga que ser. Quiero estar contigo ahora y eso es lo único que debería importarte.
Lola sacudió la cabeza, a pesar de que el aplomo de él la estaba confundiendo.

─Yo no soy así.
Logan capturó su boca y Lola sintió deseos de dejarse llevar. De agarrar los brazos masculinos y corresponder a un beso urgente que la desatara. Pero no lo hizo. Gimió y se separó de él. Apretó las manos pequeñas contra el pecho duro y lo retiró de su contacto.
─Hoy no ─determinó.
Logan no volvió a intentarlo. Se retiró de ella y se colocó a su lado, pegando la espalda contra la pared. La contempló de reojo sin decir una palabra. No parecía enfadado ni sorprendido. No parecía nada en absoluto, y eso fue lo que más asustó a Lola.
─Las cosas no funcionan así ─murmuró ofuscada, con voz lejana.
Logan se movió tan rápido que ella no pudo verlo. Se colocó a su espalda y le habló con la respiración acariciándole la nuca.
─Déjate llevar de vez en cuando. No es tan malo como parece ─le aconsejó.
Antes de que pudiera responderle, Logan ya se había marchado.
No se quedó a esperar que volviera porque sabía que no lo haría, así que caminó hacia su casa con la intención de sumergirse en su Diario. Un cuaderno de papel que la entendía mejor que nadie. No existían réplicas ni consejos, tan solo sinceridad.
Qué bien sentaba dejar aflorar los sentimientos sin que nadie te juzgara por ello...
En la entrada de la casa de al lado, sentado en los escalones del porche con las piernas estiradas, estaba Álvaro. Lola lo saludó con la mano en cuanto lo vio, y Álvaro correspondió al saludo con excesiva normalidad.
Bajo la apariencia conciliadora existía un desengaño que no estaba encantada de provocar. Sin pensárselo, caminó hacia donde él estaba, a pesar de que no sabía lo que iba a decir. No fue necesario. Álvaro la miró a los ojos y lo dijo todo.
─¿Es importante para ti? ─exigió saber. No había reproche alguno en su voz, pero sí una profunda necesidad.
─No lo sé... ─admitió─. Puede ser.

¿QUÉ OS HA PARECIDO??? ¿LOGAN O ÁLVARO? ¿ÁLVARO O LOGAN? ¡LA ETERNA PREGUNTA! DÉJAME UN COMENTARIO Y RESPONDE SEGÚN TU GUSTO. NOS VEMOS EL LUNES!!!



27 comentarios:

  1. Puede ser nooo es jijiji asta el lunez😘😘

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  2. GUao Esta dificil decir Logan o Alvaro? la cosa esta complicada conflicto de intereses me gusto este capitulo Choel excelente!!!!!!!!!!!! no puedo esperar hace el lunes

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  3. Vayaa telaaaa!cada vez estoy más insegura de con quien se quedará! Me gustan los dos aunq prefiero a alvaro!

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    1. jajaj creo que eso no lo sabe ni Lola. Está hecha un lío :s
      hasta el lunes :)

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  4. Cada capitulo me gusta mas,en este capitulo me qedaria con Logan,pero no se,es dificil,otras veces me qedo con Alvaro,pero Logan me esta ganando,pero co qien se qedara Lola???!!!!

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  5. Bufff Chloe esto esta que arde !! Me quedooo con Alvaro. Logan esta claro que solo le va hacer daño, esta lleno de venganza y no lo veo enamorándose de Lola .
    Por cierto muy bueno el detalle de la música acompañando mientras leemos el capitulo Gracias xula!!

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    1. me alegro de que te guste la música :D
      ay... Logan va a traer muchos problemas, pero es que Álvaro también :S
      qué lío jaja
      gracias por leerme!

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  6. logan sin duda!!! como me gustaaaaaaa. Alvaro no me termina.. ahora si ahora no, logan en el fondo y poco a poco creo que se esta enamorando de ella...y la venganza, ya veremos a ver como termina... me gusta mucho... felicidades otra vez... quiero massss. ;)

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    1. Logan por el momento está colado por ella. Tendremos que ir viendo su evolución...
      muchas gracias por leerme!
      un beso!

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  7. Como Siempre, no me defraudas Chloe, con cada capítulo me ratificas que eres grandiosa y me tienes "atrapada entre capítulos" y me encanta el cambio que le hiciste al Blog. Bendiciones.

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    1. muchísimas gracias!!
      sí, el cambio era necesario :)
      un beso!

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  8. Ufff no se cual elegiria entre Logan y Álvaro? Hasta el lunes

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  9. Definitivamente me quedo con Logan!!!!!

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  10. Que dificil, mejor me quedo con los dos 😊, hasta el proximo lunes.

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Recién llegue y ya estoy enganchada con la historia. No puedo quedarme con los dos? :( Pero la verdad es que aunque me gustan ambos y es difícil, Logan me llega mas!

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    1. Hola marve! Me alegra tenerte por aquí
      Pues con los dos va a ser difícil, no creo que ellos aceptaran ajajajaj
      gracias por leerme. Besos!

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  13. A mi me gusta Álvaro, ya que Logan es muy complicado...

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  14. Oooooh no estoy en cierre y hasta este momento voy a leer mis capítulos.
    Alvarito por q no le deci lo q siente se estan descargando el corazón .... y me hacen sufrir a mi♡♡♡♡♡♡♡

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    1. ayyy qué complicado es el amor jaja
      Tendrán que espabilar si quieren estar juntos

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