jueves, 5 de febrero de 2015

CAPÍTULO DIECIOCHO. CARTAS CON SABOR A LIMA

CAPÍTULO DIECIOCHO

Extendió los brazos hacia atrás y se estiró sobre la cama. Su esguince se había curado del todo, por lo que mañana volvería a servir cafés y dedicar sonrisas a los clientes. Mientras tanto, disfrutaría de ese remanso de paz que era su habitación. Sin profesores idiotas ni chicos misteriosos. Sin amigas entrometidas y madres que decidían lo que era mejor para ti, o eso suponían ellas.
Desde donde estaba podía olisquear el césped recién cortado de la casa de Álvaro, e incluso vislumbrarlo en su imaginación con el torso desnudo y algunas gotas de sudor recorriéndole el pecho. Se pasaría la mano por la frente y frunciría el entrecejo si la pillaba observándolo con expresión aduladora. Solo que empezaba a carecer del ánimo para contemplar a la persona que la hostigaba con su indiferencia para luego desbaratar sus planes como si poseyera algún derecho sobre su vida.
¿No decían que las mujeres eran las complicadas? Con Álvaro la naturaleza había hecho una excepción.
Abrió el diario y agarró el lápiz con la mano derecha para garabatear lo primero que se le vino a la cabeza.
Logan tiene una boca ancha y prometedora. Es de esas bocas que una tiene miedo de besar por no saber si está a la altura. Pero él tiene la habilidad de hacerte olvidar cuando te besa. Existe el beso. Solo el beso. Acompañado de una emoción que me oprime el estómago. Logan es Logan, pero cuando se separa de mí, tengo la sensación de haber besado a un extraño... hasta que vuelve a besarme de nuevo.
Cuando su madre abrió la puerta sin pedir permiso ─al parecer creía innecesario que una adolescente requiriese intimidad─, cerró el cuaderno con un golpe seco y lo agarró clavando las uñas sobre la encuadernación.
─Tienes que ir a las clases particulares.
─Lo de particular le viene muy bien teniendo en cuenta que soy la única alumna
Su madre optó por ignorar el comentario irónico.
─Álvaro te está esperando. Quedamos en que irías todos los días a la salida del trabajo, pero hoy que no estás trabajando...
─Sí, quedasteis ─se enfureció.
─No hubieras suspendido el examen.
Existía una diferencia abismal entre suspender y ser suspendido que no iba a explicarle a su madre. Básicamente porque debería ir acompañada de la consabida frase de el profesor me tiene manía. Añadiendo, además, que entre ellos existía algo personal y no resuelto.
─He suspendido el examen con un cuatro y medio. Es la primera vez que suspendo un examen ─le dedicó un sonrisa socarrona─. ¿Qué decisión vas a tomar si suspendo una asignatura? ¿Enviarme a un internado de los de la letra con sangre entra?
Su madre apretó los labios en un mohín de disgusto.
─Me extraña que teniendo la lengua tan larga suspendas una asignatura que se basa en expresarte correctamente. Al parecer tienes muchas salidas ─insinuó con acritud.
─Si te refieres a la puerta, la escogeré cuando pueda valerme por mí misma. Mientras tanto, acudiré a esas estúpidas clases extraescolares que solo me servirán para perder el tiempo.
Se cargó la mochila al hombro antes de dirigirse hacia la puerta, pero su madre la sostuvo por el codo.
─¿Qué te pasa, Lola? Antes no eras así.
─Estoy cansada de que los demás elijan por mí. Pretendéis que saque buenas notas y opte por el camino de hija borrega y modélica. No me exijas madurez y displicencia cuando me tratáis como a un robot al que hay que enseñarle el camino correcto.
Dicho lo cual, bajó a prisa las escaleras para dirigirse a la casa de Álvaro. Podía asistir a unas clases impuestas, pero jamás se mostraría solícita y de buen humor. Estaba harta de la Lola que siempre intentaba agradar a todo el mundo.
Apretó el puño y golpeó los nudillos contra la puerta de Álvaro. El imbécil tardó en abrir la puerta más de cinco minutos en los que la tuvo plantada frente a la entrada. Enfurruñada, se apoyó sobre la barandilla de la entrada y resopló. No sólo la rechazaba, la volvía loca, volvía a rechazarla y le hacía la vida imposible, sino que además se atrevía a hacerse de rogar.
Cuando abrió la puerta lo hizo con el torso desnudo y expresión inocente. Lola no pudo evitar recorrer con la mirada el pecho cubierto de un vello oscuro. Era mayor y estaba tremendo. Desprendía aquel tipo de atractivo feroz que se acrecentaba con el paso de los años. Su cuerpo estaba moldeado para gritar: “mírame y no me toques”. Como todo lo prohibido, a Lola le apeteció muchísimo pasarle una mano por los biceps hasta posarla sobre el abdomen duro. Con esfuerzo, entornó los ojos para mirarlo a la cara. Él sonreía de oreja a oreja porque la había pillado comiéndoselo con la mirada.
─No sabía que estuviésemos en clase de gimnasia ─le espetó para hacerse la digna.
─Si quieres te enseño a saltar el potro ─sugirió él.
El rostro le ardió ante tal comentario, pero no se dejó amilanar.
─Prefiero que me enseñes a utilizar la lengua ─resolvió, y a Álvaro se le borró la sonrisa de un plumazo. La calcinó con la mirada, pero ella se abrió paso con el hombro y entró dentro de la casa ─. ¿Empezamos por las oraciones subordinadas o me vas a dar un repaso?
A Álvaro se le descompuso la expresión.
─Un repaso, resumen... llámalo como quieras. Porque vamos a estar mucho tiempo juntos y es obvio que tendremos muchas cosas que hacer, ¿No te parece, Álvaro?
Le colocó una mano sobre el hombro y Lola sintió un calor instantáneo.
─Me parece que no deberías pasarte de listilla ─le habló con los labios pegados al lóbulo de la oreja.
Un escalofrió le recorrió todo el cuerpo.
─Si fuese una listilla no habría suspendido lengua ─giró el rostro hasta tenerlo a escasos centímetros. La respiración masculina y cálida le acarició la piel, pero no se dejó impresionar por la cercanía y le habló mirándolo a la cara. Álvaro dio un paso hacia atrás, evidentemente nervioso─. Estoy preparada para mis lecciones de lengua, profesor.
─Página cincuenta y cuatro. Haz todos los ejercicios ─espetó malhumorado, antes de darme media vuelta para perderse dentro de la cocina.
Lo estaba poniendo de los nervios. Aquella tarde prometía.
En su mente, fraguó una guerra cargada de comentarios con doble sentido con los que trataría de sacarlo de sus casillas. O la besaba o la echaba a patadas de sus casas, pero estaba segura de que dentro de poco tiempo Álvaro carecería del aplomo necesario para imponerle unas clases ordinarias.

─Tengo una duda ─dijo con expresión inocente en cuanto Álvaro tomó asiento a su lado─. ¿Cómo se acentúa la expresión por detrás?─, ante la mirada atravesada que le dedicó Álvaro, ella continuó en sus trece─. ¿Quieres que la utilice en una frase? Él prefiere sorprender a su novia por detrás.
Álvaro se llevó las manos a la boca y resopló mientras que Lola esbozaba una sonrisilla maliciosa.
─Por es una conjunción. Detrás es un adverbio, ¿Alguna otra duda? ─respondió con la voz amortiguada por sus manos.
─Sí. ─continuó en sus trece─. No entiendo la diferencia entre detrás y atrás. Se supone que detrás designa una lugar concreto, por ejemplo... la parte trasera... ─se enjugó los labios y Álvaro empezó a hiperventilar─. En la oración, Él prefiere sorprender a su novia por detrás implica que...
─Te estás pasando de lista, Lola ─la cortó de malos modos.
Ella enarcó ambas cejas con falso gesto sorprendido. Se inclinó hacia Álvaro, pero éste no retrocedió y permaneció muy cerca de ella. Lola contempló la boca ancha y sintió un deseo de besarlo que estuvo a punto de traicionarla.
─Si fuese tan lista entendería a qué te refieres.
─¿Qué pasa, estás muy habituada a hablar de ese tipo de temas desde que te paseas en moto con tu novio? ─sugirió enfurecido.
Los ojos le brillaron con rabia.
─Qué va, yo prefiero llevarlos a la práctica ─mintió con tranquilidad.
Álvaro abrió los ojos como platos.
─Por Dios Lola, no vuelvas a decir algo así sino quieres que yo...
Lo interrumpió a mitad de la frase.
─No he venido aquí para hablar de mi vida privada ─atajó. Luego lo miró a los ojos para provocarlo─. Ni de mi vida sexual.
Álvaro se levantó de golpe, pero una expresión conciliadora acudió a su rostro. Le puso una mano sobre el hombro y le habló destilando chulería con la voz acariciándole la nuca.
─De lo último no tienes ni idea, pequeña ─le dio una palmadita en la espalda que la enfureció hasta hacerla sentir estúpida ─. Se te nota demasiado, pero finge lo que te dé la gana.
Lola estuvo a punto de destrozar el lápiz con sus propias manos de la rabia que la carcomía por dentro. Había osado participar en un juego del que Álvaro tenía sobrada experiencia. Ella, por el contrario, no era más que una marioneta a la que se podía excitar tocando las cuerdas correctas.
Imbécil, facilona, tonta e infantil. Sintió que todos eses adjetivos la calificaban a la perfección. Álvaro, por su parte, se dedicó a ordenarle ejercicios linguisticos que poco tenían que ver con el deseo de darle un beso, o una bofetada, pues mucho se temía que en ese instante la ambivalencia que la sacudía por dentro la tenía confundida.
Al cabo de un rato, él se incorporó con un libro en la mano que depositó frente a ella. Se inclinó tras su espalda y colocó los brazos a cada lado del delgado cuerpo femenino. Lola sintió que la respiración se le aceleraba y las manos le sudaban, por lo que plantó las palmas sobre sus muslos y trató de tranquilizarse. No obstante, el calor que exudaba el cuerpo de Álvaro acompañado por ese olor fruto del ejercicio terminó por atontarla.
Él presionó su brazo contra el estómago cuando quiso señalar una parte del libro.
─Lee esa frase, por favor.
Si se lo pedía así...
- Nunca más quiero estar lejos de ti, ¿sabes?
- ¿Por qué?
- Porque eres la mejor persona del mundo. Nadie me maltrata cuando estoy cerca de ti y siento 'un sol de felicidad dentro de mi corazón'"
─Lola terminó de leer hasta que el corazón le rebotó en el pecho.
Sonrió. Lo hizo porque le fue inevitable y porque acababa de leer un fragmento del libro que le había regalado. Álvaro golpeteó los dedos contra el libro, como si quisiera decir o hacer algo pero las reglas que se imponían a sí mismo se lo impidieran.
─Es una frase muy bonita ─musitó Lola.
Él comentario lo hizo espabilar.
─Sí... quería que la leyeras porque... ─dudó, pero el encuentro con los ojos castaños de ella hizo que claudicara─. Porque cuando yo la leo me acuerdo de ti.
─Pensé que te sentías maltratado cuando estabas cerca de mí ─respondió hechizada, sin dejar de mirarlo a los ojos.
─Qué va. Cuando estoy contigo me siento tremendamente bien. Quizás... ese es el problema.
Lola le miró los labios. Quería que la besara. Lo deseaba pese a saber que no ocurriría. Era un deseo que le martilleaba las sienes y le impedía razonar. Ni Logan ni nadie podría haberlo evitado porque Álvaro siempre había sido el primero. El primero en llegar. El primero que le hizo sentir cosas distintas que la agobiaban. Álvaro.
─Podemos tomarnos un descanso ─sugirió él.
─Quiero merendar ese pastel de microondas que sabes hacer en cinco minutos ─suplicó con las manos juntas.
Álvaro le cogió la mano y de un tirón la atrajo hacia sí. Le dio un abrazo extraño y cargado de verdades silenciadas. Mejilla contra mejilla, pegó su pecho al de ella y suspiró.
─Ojalá siempre me pidieras cosas tan sencillas ─tembló un poco cuando Lola ladeó la cabeza para mirarlo a los ojos con total inocencia. Tuvo que forzar una sonrisa para no parecer lo que era. Un hombre a los pies de una chiquilla de diecisiete años. Un tipo asustado por perderla─. ¿Lo quieres de chocolate?
El motor de una moto los separó de inmediato. Álvaro fue consciente de que Lola acababa de marcar distancia entre ambos, y ella fue consciente de su reacción espontánea.
¡Logan! Ese soplo de aire fresco que siempre llegaba sin avisar. Era imprevisible y bien recibido. Logan era... Logan el extraño.
Lola echó una mirada de reojo a la ventana desde la que se podía observar la silueta inconfundible de Logan. Álvaro se tensó.
─Ve a decirle que no puedes salir ─masculló, antes de encerrarse en la cocina.
Lola salió corriendo y se lo encontró contemplando su casa con el ceño fruncido. Estaba esperando a que ella le abriera la puerta conducida por el ruido de su moto, así que cuando salió de la casa de al lado puso cara de sopresa.
Logan la abrazó y le soltó uno de aquellos besos que la dejaban sin respiración. Sabía que estaba mal. Instantes antes había deseado besar a Álvaro, pero se olvidaba de él en cuanto Logan entraba en el juego. Le recorrió la cazadora de cuero con manos ávidas y lo atrajo hacia sí.
─Qué ganas tenía de verte ─admitió él.
─Pero siempre vienes por sorpresa y lo detesto ─se quejó.
Logan aflojó una sonrisa que demostraba lo contento que estaba de tenerla allí.
─No lo creo. Se te ha dibujado una sonrisa aquí en cuanto me has visto ─le ofreció un beso rápido.
─Oye Logan... hoy no vamos a poder vernos ─cuanto antes lo soltara mejor.
Él observó de golpe su tobillo.
─¿Te duele mucho? ─se preocupó.
─No, ya está curado─. Se le arrebolaron las mejillas porque se sentía como una niña pequeña─. Tengo clases particulares y no me puedo escaquear. Mi vecino es mi profesor.
─¿El de esa casa? ─señaló el edificio con desagrado.
Parecía que algo no encajaba para él, y Lola empezó a ponerse nerviosa por si ataba los hilos y descubría que Álvaro era ese otro al que siempre mencionaban de pasada.
─Sí.
─No sabía que todavía siguieras bajo la falda de tu madre, Lola ─le soltó él, algo decepcionado.
Ella le dio un empujón.
─Bueno, es que tú no sabes lo que es eso. Es evidente.
A Logan se le oscureció la expresión, y Lola se llevó las manos a la boca. Acababa de soltar lo primero que se le había venido a la cabeza. Logan había perdido a su madre recientemente, ¿Cómo había sido capaz de decir tal barbaridad?
Dio un paso hacia delante para disculparse, pero él volvió a colocarse el casco de la moto y se alejo de ella como si el contacto quemara.
─Logan, lo siento...
─¿Qué no tenga madre? Vete a la mierda, Lola.
─Oye Logan, ha sido sin querer...
No pudo decir nada más, pues él arrancó la moto y se perdió por la carretera. Desde una ventana, Álvaro observaba toda la escena.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO!! ¿TEAM ÁLVARO O TEAM LOGAN? ESPERO VUESTROS COMENTARIOS!!!




29 comentarios:

  1. TEAM LOGAN TEAM LOGAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNN! <3

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  2. Quiero mas momentos con Logan!!!!Definitivamente me ha ganado

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    1. Pues han quedado enfadados... esperemos que se arreglen :)

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    1. suele pasar con logan hehe intentaré hacerlosmás largos :D

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  4. Definitivamente "TEAM LOGAN" estuvo genial e l capitulo de hoy creo que Lolita se paso pero espero que logre conquistar de nuevo a Logan!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. Nooooooo ahora le toca a Alvaro y que la vuelva locaaa....... y entonces tendrá que decidir . Voto por Alvaro me encantaaa es tan tierno :)

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  6. Nooooo Álvaro es un IDIOTA, es un viejo rabo verde que ya tuvo su oportunidad, yo quiero a Logan para Lola!

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  7. Peroooo esta niñata de k va aggg mi pobre logan xdioss cada dia odio mas a alvaroo

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    1. sí, en este capítulo Lola ha sido una niñata T_T tendrá que asumir responsabilidad en el siguiente. Besosss

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  8. Holaa!! Me a gustado mucho el capitulo , ufff Alvaro se pasa de listo ,Lola tiene que ser mas fuerte.
    Pobre Logan , Lola a metido la pata, espero que vuelva.
    Besotes!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario :) nos leemos el lunes.Besosss!!!

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  9. Acabé de leer y arrojé la carpeta que tenía en las manos. Lola metió la pata a fondo, logan mi amor pobre y Álvaro es tan ahh! Ya muero por leer el siguiente.

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    1. Esta capítulo lo sufrí al escribirlo. Nos leemos el lunes. Besos!!

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  10. Que Logan la perdone :( quiero masssssss capitulosssss plisssss :)

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  11. La pobre metio la pata...a veces somos unas bocazas...pero me encanta Logan...me tiene to intriga...a ver a ver...besotes

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    1. sí, metió la pata! Para una vez que se deja llevar... jeje
      hasta el lunes.Besos!!

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  12. Yoo sigo siendo team Alvaroooo!su comportamiento tiene una explicación y se comporta así por miedol a sufrir y por no hacerle daño a lolaaa porq creo q no tiene buena opinion sobre si mismo

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    1. Bueno opinion sobre si mismo no tiene... pronto se descubrirá el porqué.Besos!

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  13. Amo a logan <3 .... Lo demás sobra!!! Cada vez se me hacen mas cortos!!!!! Quiero saber masssssss

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  14. por dios pobre Logan!!
    esto no es justo quiero leer mas muuuuucho mas!

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  15. Team Logan!! por siempre!!...con ansias de más. Gracias Santana.

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